martes, 23 de febrero de 2016

CLARIFICAR EL ACEITE

A veces tenemos aceite usado muy sucio, negro o marrón, que podemos usar perfectamente para hacer nuestro jabón, pero a mi me gusta más usar un aceite más clarito.
Para limpiar bien el aceite, el primer ingrediente importante es el TIEMPO.
Hay que tener paciencia porque no se hace de un día para otro.
Lo primero, es FILTRAR BIEN EL ACEITE. Con un colador fino puede servir, pero si quereis que se filtren las partículas más pequeñas hay que utilizar un filtro más fino. Puede servir un filtro de papel de las cafeteras tipo "melita". O incluso dos juntos, porque uno solo a veces se rompe. Primero lo filtrais por el colador, y después por el filtro del café. Este segundo filtrado es bastante lento, puede durar varios días, sobre todo ahora en invierno que el aceite es algo más denso. Asi que lo dejais así, en algún sitio donde no corra peligro de derramarse, durante unos cuantos días.
Después, para que el aceite así filtrado recupere la transparencia y se elimine el posible olor que hubiera adquirido con los fritos, lo podemos "aromatizar". 
Le podemos echar las hierbas que queramos: romero, tomillo, o como en mi caso, semillas de cardamomo, enebro o coriandro, que son bastante aromáticas. Pero también podeis echarle una cáscara de limón o naranja, y dejar el frasco abierto. Así lo teneis que dejar al menos otro mes, o incluso más tiempo, dependiendo de cómo esté de sucio el aceite.
No sé exactamente cuales son los mecanismos químicos que clarifican el aceite, o qué es lo que hace que esta técnica funcione, pero ya comprobareis al mes que viene (o dentro de dos), cómo vuestro aceite sucio, de repente, se ha vuelto limpio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario